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UC - Críticas

País: Nueva Zelanda y USA.

Año: 2014.

Duración: 144 min.

Género: Aventuras fantásticas.

 

Dirección: Peter Jackson.

Guion: Fran Walsh, Philippa Boyens, Peter Jackson y Guillermo del Toro; basado en la novela de J.R.R. Tolkien.

Producción: Peter Jackson, Carolynne Cunningham, Zane Weiner y Fran Walsh.

Música: Howard Shore.

Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España.

 

Estreno en España: 17 Diciembre 2014.

Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años.

Interpretación: Martin Freeman (Bilbo), Ian McKellen (Gandalf), Richard Armitage (Thorin), Cate Blanchett (Galadriel), Orlando Bloom (Legolas), Christopher Lee (Saruman), Evangeline Lilly (Tauriel), Luke Evans (Bardo), Lee Pace (Thranduil), Aidan Turner (Kili).

 

DEJAR LA TIERRA MEDIA POR LA PUERTA DE ATRÁS


Trece años separan ‘La Comunidad del Anillo’ (2001), aquel primer viaje a la Tierra Media, de esta inventada ‘La batalla de los cinco ejércitos’. Con ellas, seis películas a cargo de un Peter Jackson sobrepasado por una criatura que hace tiempo tomó conciencia de sí misma, dejando por el camino el lirismo de Tolkien y la más prolífica aventura a cambio de rocambolescas escenas de lucha y batallas sinsentido. Así, claro, el anuncio de que el neozelandés forzaba a la gallina de los huevos de oro convirtiendo el delicado cuento de ‘El hobbit’ en otra magna trilogía ya puso nerviosos a muchos fans que han visto como sus miedos se hacían realidad con esta culminación fútil de la saga.




SINOPSIS: Tras despertar al dragón Smaug, la compañía de enanos consigue recuperar no sólo su reino si no también un gran tesoro cuya maldición empezará a corromper el corazón del nuevo rey, a la vez que atrae la codicia de hombres, elfos y las huestes del Señor Oscuro. Los cinco ejércitos se enfrentarán en una épica batalla en medio de la cual se encuentra un pequeño hobbit (Martin Freeman), dispuesto a vivir su penúltima aventura.


 

Existe una máxima que teoriza sobre los cinco elementos imprescindibles de un buen cuento. Éstos son el héroe, la princesa, el villano, el objeto y el monstruo, y juntos como “ese anillo único para gobernarlos a todos” forman (o deberían formar) el leiv motiv de una buena historia. La que nos ocupa ya venía desgastada por esa misma codicia que yace bajo la panza del dragón, y quitarse de en medio a éste a la mínima de cambio deja fuera de juego una de esas cinco claves, que para más inri era lo más interesante del cuento de ‘El Hobbit’: el monstruo.



No tienen porque estar todas. De hecho la trilogía de ‘El Señor de los Anillos’ funcionaba sin un villano presente pero si omnipresente, como aquella Nada de ‘La historia interminable’ (Wolfgang Petersen, 1984). Pero cuantos más elementos falten más flaquea la historia. La ausencia total del elemento “princesa” (y de prácticamente cualquier presencia femenina) empieza a empeorar las cosas, y la introducción de una subtrama romántica en el momento menos apropiado no hace sino ridiculizar a una pobre Evangeline Lilly entregada a la causa de un personaje ya  de por sí polémico por no estar en la obra original. Así las cosas nos quedan dos necesidades. Y si en la obra magna de ‘El señor de los Anillos’ estaba claro cual era el objeto, en ‘El hobbit’ bien podría ser ese tesoro de la guarida del dragón. Lamentablemente en este artefacto llamado ‘La batalla de los cinco ejércitos’ ambos se mezclan sin saber cual es el verdadero objeto de deseo o motivación, que al fin y al cabo es lo que mueve al héroe. Y ¡ah! el héroe… ese pequeño hobbit que da nombre al cuento, bien podría haberse ganado ese puesto si no andara mareado de un lado para otro a la sombra de su necesario antagonista que se convierte a placer en villano o héroe descabalando todo lo que quedaba por descabalar, que no era mucho ya a estas alturas. Mejor final, o inicio mejor dicho, se merecía este tributo a una de las obras de ficción más importantes del siglo XX.




UC (Manu Cabrera).

TRAILER